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Convicción y disciplina transforman a un agente ordinario en uno extraordinario

El Asegurador

Cuando hace 50 años inició en el negocio de los seguros, Tony Gordon nunca imaginó trascender de la forma en que consiguió hacerlo durante su carrera. Y es que, según el propio Gordon, sus primeros pasos   en el oficio, y hasta en la vida, no fueron los mejores, ya que incluso lo expulsaron de la escuela secundaria en sus años como estudiante, por lo que escuchar de profesores y mentores que sería alguien sin futuro se convirtió en algo cotidiano.

Gordon, leyenda de la industria aseguradora a escala global,  originario de Reino Unido, participó en el MDRT Day México, evento organizado por El Asegurador y la Million Dollar Round Table (MDRT)  acaecido en la capital de la república. Ahí narró  cómo luego de muchos fracasos, frustraciones y centenares de cuestionamientos personales logró descifrar que la convicción y la disciplina se conjugan como la fórmula ideal para dejar de ser un agente ordinario y convertirse en un asesor que alcanza resultados extraordinarios.

“En mi primer mes como agente necesitaba visitar hasta a 43 personas para conseguir una venta. En mi segundo mes mejoré los números y logré cerrar seis ventas. A finales del tercer mes, la suerte se hizo esquiva, y todas las citas que tenía concertadas se cancelaron.   Luego de sobrevivir a la novatada, conseguí en promedio concretar una venta después de 19 entrevistas. En realidad, durante los siguientes cuatro años no cambiaron mucho mis estadísticas; por esa razón estuve tentado a renunciar al negocio”, narró Gordon.

Esa época amarga para Gordon fue determinante y un punto de inflexión en su vida y en su carrera profesional. Reconoce que intentó incursionar en otros terrenos ajenos al seguro, pero ni siquiera le dieron la oportunidad con una oferta laboral. Sin muchas opciones, en lugar de buscar las razones por las que estaba fracasando en el oficio de la intermediación, prefirió seguir  el camino de la medición, planificación y perseverancia; por ello, afirmó, aquellos intermediarios que tienen la capacidad de fijarse metas con método y visión de largo plazo necesariamente trascienden como agentes de seguros.

“Si continuamos haciendo lo mismo que hemos hecho siempre, lamentablemente seguiremos estancados en el mismo lugar; por lo tanto, estamos obligados a probar cosas distintas para determinar aquellos factores que nos permiten conseguir resultados diferentes. Solo por medio  de este planteamiento podremos convertirnos en eso que soñamos”, abundó Gordon.

El   destino se escribe con visión    

En opinión de Gordon, para que un agente de seguros pueda trascender  en su carrera debe prefigurar el objetivo que desea alcanzar y trazarse metas específicas. Solo así podrá ser un asesor financiero exitoso; no obstante, añadió, de poco servirá ese propósito si no se trabaja en el día a día según  una vocación profunda de servicio y disciplina, de manera que cualquier sueño que se tenga, por más grande y arduo que sea, se logre con determinación.

Gordon indicó que en la carrera de agente de seguros, tal  como ocurre en la vida, nada sucede sin dar un paso cada día. “Lo que hacemos diariamente con constancia es lo que va a determinar el éxito del futuro. En definitiva, las metas que nos tracemos y la visión con la que trabajemos es lo que marcará nuestro destino en el oficio”, sentenció.

Y es que, según el reconocido asesor,  un punto importante en su carrera fue cuando se trazó como meta asistir  a la reunión anual de la Million Dollar Round Table. Frente a ese desafío,   se dio cuenta de que necesitaba esforzarse mucho más que el resto de sus compañeros asesores en Reino Unido. Una práctica  que le permitió alcanzar ese objetivo, contó, fue decidir hacer algo, aunque fuera pequeño, cada día de su vida, puesto que dicha actitud genera sentido de urgencia en el ser humano.  

“Aquellos que tienen el valor de establecer metas diarias  siempre tendrán más éxito que los que no lo tienen. Recuerden, la única razón para no alcanzar nuestros objetivos en esta carrera y en la vida es la falta de disciplina”, afirmó Gordon.

El expositor   advirtió que en la profesión de agente de seguros no todas las actividades serán agradables o  emocionantes; sin embargo, insistió, la disciplina es el factor que separa a los agentes ordinarios de los profesionales de la intermediación que logran resultados extraordinarios.

Tropezar está permitido

Para conseguir el éxito en su carrera, Gordon tuvo que sortear y tolerar la derrota y el error en innumerables ocasiones  mientras mejoraba sus números para ser parte del selecto grupo de agentes que logran la calificación para asistir a la reunión anual de la MDRT. En tal sentido, instó a los agentes a no tenerle miedo al fracaso, pues ésta es   una carrera en la que no rendirse en tiempos difíciles es lo que separa a los mejores intermediarios del resto. 

“Les puedo asegurar que nos vamos a tropezar muchísimas veces, pero tropezarse no significa fracasar. El fracaso definitivo llega cuando después de una  caída uno no se vuelve a levantar. No lo olviden, nuestra vida no está definida por los éxitos que hemos alcanzado, sino por la capacidad que tenemos para asimilar  las derrotas con las que nos topamos en nuestro día a día”, reflexionó Gordon.

Ocho años después de emprender su carrera como asesor de seguros, Gordon consiguió clasificarse para ir a  su primera reunión MDRT. Luego de ese triunfo profesional, se calificó 42 veces consecutivas para asistir a la reunión anual,   41 de ellas como Top of The Table. Desde su perspectiva, lo que lo ayudó a conseguir semejante hazaña fue simplemente tener el valor y el coraje de realizar su oficio con convicción y determinación.

“En secundaria  me colocaron en una categoría especial que era exclusiva para aquellos chicos que jamás tendrían éxito. Cinco décadas  más tarde, y con el antecedente de haber sido expulsado de la escuela a los 16 años, mi historia confirma que no debes  permitir que otros cuestionen tu potencial personal. Lo que me llevó a ser Top of The Table fue que siempre pensé que era mejor intentar algo y no tener éxito que  rendirse sin siquiera haberlo intentado. Así que, si yo pude, tú también puedes”, concluyó Gordon.

Tony Gordon se convirtió en 2001 en el primer presidente de la MDRT que no había nacido en  Estados Unidos. Además, ocupó la posición de Chairman del Top of The Table, y forma parte de Las doce  historias más sobresalientes en seguros, texto publicado por la misma asociación.

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