Se Dice…

Charlemos seguros

El asegurador

Los resultados al primer semestre de 2019 de los sectores asegurador y afianzador se han visto afectados por un entorno incierto originado por acciones y decisiones que a muchos no les permiten  vislumbrar el futuro inmediato con optimismo, con esperanza. 

Sin embargo, pese a   la serie de señales que hay en el mercado  (algunas de las cuales deben ser atendidas por las compañías, y otras por los organismos   de los que éstas forman parte), algunos mantienen la estoica actitud de quien ya cruzó esos pantanos.

Directivos con los cuales hemos conversado recientemente   asumen que la situación no es fácil, pero están optando por hacer lo que pueden en los terrenos que les son propios, aunque observando con gran recelo ese ambiente de incertidumbre que a muchos paraliza. 

Al final de cuentas, empresarios y directivos de alto nivel suelen ver más allá de lo evidente y, basados en un tiempo que excede el  largo plazo, ajenos al panorama inmediato y conscientes de los posibles efectos perniciosos, arman estrategias para seguir siendo competitivos.

Es claro que en tiempos de cambio, patentes sobre todo dentro de la maquinaria del  Gobierno Federal, hay algunas empresas que se ven más beneficiadas que otras. Claro, aunque esto ha sucedido siempre, hoy esos visos cobran una relevancia mucho mayor.

En lo que se refiere al sector, un riesgo que sí es notorio es el que se refiere al tema regulatorio. Si bien el presidente de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas festejó en su momento que en ese terreno ya todo estaba hecho, supervisar es otra cosa.

El estilo de supervisión está generando “ruido”  debido a las formas de su realización. Solo se espera que, conforme los temas de seguros y de fianzas se conozcan  más y mejor desde el ángulo jurídico, las cosas tomen un nivel más alentador.

Por lo pronto, las estrategias sectoriales y particulares de aseguradoras, afianzadoras y organismos que a éstas  representan tienen un desafío no solo político, sino incluso técnico, pues habrá que entender lo que pasa; y, además,  hay que explicarlo para que los otros lo entiendan.    

Siendo seguros y fianzas negocios de gran relación con el mundo por la parte del reaseguro, del reafianzamiento, y por lo dirigido de algunos negocios internacionales, las referencias desde donde se les mira tienen sus peculiares características, sobre todo por la visión corporativa global.

Más allá de la etapa política que vive México, en nuestro país  están puestas las miradas de los inversionistas extranjeros. Para ellos, este territorio  sigue siendo atractivo, aunque ya actúan con cierta cautela, lo que hará que algunos capitales vayan hacia otras partes mientras no haya  una claridad mayor aquí.

El capital requiere  reglas claras, de confianza;  y, si no las encuentra en cierto lugar,  busca donde sí existan esos signos vitales. Como bien Se Dice,  los capitales no tienen patria, y esto tiene sus repercusiones directamente en las inversiones en compañías de seguros, de fianzas y en otras entidades relacionadas, así como en otros rubros que necesitan el apoyo de estos servicios financieros.

Muchos asuntos que inquietan a los aseguradores, a los afianzadores, a los reaseguradores  siguen analizándose desde el punto de vista técnico, sobre todo a la luz de la transformación que está  provocando la inteligencia artificial, el mundo digital en general; pero pareciera que la cosa jurídica no avanza con el mismo ritmo. No a todos les interesa estar en el renglón de la “teoría” cuando la competencia se radicaliza.

Ejemplo de lo anterior es que México será  sede, en fechas próximas, de seminarios internacionales en materia de fondos de pensiones y  de fianzas y otras garantías; incluso el año próximo nuestro país acogerá eventos académicos relacionados con el   derecho de seguros y de fianzas, y no es rara la celebración de reuniones encaminadas a debatir acerca de problemas torales.

No obstante, uno de los desafíos más acuciantes estriba en pasar de las recomendaciones a las acciones, sobre todo en aquellos temas en los que la competencia es tema básico. Ponerse  de acuerdo en mejorar un mercado o una situación dada entre competidores es buena aspiración, pero no pasa de eso.

No es grande el respeto que se tiene a los organismos intermedios, y mucho de ello depende no solo de las estrategias para seleccionar los asuntos que se van a  examinar y solucionar, sino también del desconocimiento que en ocasiones existe de lo que en el seno de las organizaciones gremiales se lleva a cabo.

Como quiera que sea, fortalecer los organismos cúpula de las instituciones del seguro y de la fianza es imprescindible  porque, como bien comentaba un directivo, “en tiempos como éstos lo peor que puedes hacer es ir solo”. Si bien su comentario estaba dirigido a temas  de la empresa, cabe plenamente en el campo de las asociaciones de compañías.

Pasemos  ahora a otros puntos, y comencemos por decir que a partir del 20 de agosto de 2019  Alfonso Vargas tomó posesión de su cargo como presidente ejecutivo de Chubb Group en México; a su vez, Arturo Martínez hizo lo propio como vicepresidente ejecutivo.

Vargas reportará directamente a Marcos Gunn, Senior Vice President de Chubb Group y presidente regional de América Latina, y Martínez a Vargas en lo que se refiere a la supervisión de las líneas corporativas.

Cabe aclarar que Arturo Martínez continuará liderando la expansión del negocio de fianzas en este país y en América Latina, reportando, en este ámbito, a Marcos Gunn.

Otros cambios anunciados son los de Patrick  Font, quien será, a partir del 1 de septiembre, CEO de Zurich Seguros.  Javier Rodríguez Della Veccia, entre tanto, sale de esta aseguradora para irse a GNP Seguros. Ahí fungirá  como director de Canales Alternos.

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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