AMIS: el dedo en la llaga
Como estaba previsto, los días 14 y 15 de mayo se llevó a cabo la 29.ª Convención de Aseguradores, que prepara cada año la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). Su presidente, Manuel Escobedo Conover, aprovechó el momento para insistir en la necesidad de llevar al ámbito de las políticas públicas el tema de la administración de riesgos para hacerle ahí un lugar.
El dirigente volvió a poner públicamente el dedo en la llaga durante el discurso que pronunció en el acto inaugural, que contó con la presencia de funcionarios públicos y privados, entre ellos el secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Manuel Urzúa Macías, encargado de poner en marcha los trabajos de un evento que atrajo a más de 1,000 aseguradores.
En esta edición, El Asegurador comparte información diversa relacionada con el evento, que giró alrededor de un panorama de riesgos (algunos de ellos emergentes) que lo mismo presenta amenazas que oportunidades. Estos riesgos fueron examinados por especialistas para dilucidar sus características frente a los asistentes.
La insistencia en el tema de la administración de riesgos merece el reconocimiento en la medida en que el concepto ya ocupa un lugar en los discursos de funcionarios públicos y privados. Puede afirmarse que instalarlo en esos mensajes ha sido ya una ganancia enorme, aunque se está al principio de un largo camino para internalizarlo.
Y, ya que se habla del panorama de riesgos, es preciso mencionar el que representa una preocupación actual para el sector: la tentación de un gobierno que, en lugar de ser un administrador eficiente de los riesgos, quiere convertirse en asegurador. Esta pretensión difícilmente se entiende a la luz de la ya añeja confusión que sufren los gobernantes respecto a la esencia de esta labor.
El presidente del organismo (que en lo general dirige Recaredo Arias Jiménez) habló con énfasis del papel que cada uno debería desempeñar en la tarea de administrar riesgos. Esta tarea, compleja como pocas, se dirige no solo a las amenazas que suponen los desastres naturales y antropógenos, sino también a los peligros que penden sobre el patrimonio que el Estado tiene o utiliza.
Se da por sentado que hablar de administración de riesgos será algo muy frecuente en los tiempos venideros, lo que debería permitir que cada actor conozca y asuma el papel que le corresponde. De esa manera podrá lograrse la edificación de una sociedad más y mejor protegida, más y mejor asegurada.
La invitación de Manuel Escobedo Conover en el sentido de que el Gobierno sea un administrador de riesgos a cabalidad —asesorándose debidamente para aplicar las medidas que implica dicha disciplina— incluye, de manera natural, una serie de procedimientos de adquisición que margine la discrecionalidad.
Quizá pueda entenderse que en la actualidad el Gobierno no llegue a algo específico en materia de aseguramiento de los riesgos que le corresponde administrar y que por ende los primeros meses hayan estado preñados de adjudicaciones directas con, por así decirlo, “procedimientos tradicionales”.
Al final, en la tarea de administrar riesgos, la compra de coberturas deberá tener como base procedimientos más transparentes que soporten la auditoría de mayor rigor que en un momento dado pueda aplicarse, de manera que la propia ejecución del aseguramiento se convierta en un promotor del bien hacer de esta industria.
En medio de todo lo que acontece ahora, con decisiones que llegan a sorprender y que constituyen casi contradicciones, comunicar las bondades del seguro a la sociedad se vuelve más imperioso que nunca.
Insistimos en aquella frase que dice que “la gente no cree en lo que no entiende”, y esto nos empuja hacia la necesidad no solo de que se conozca más de seguros, sino de que se entienda la conveniencia de un uso ortodoxo, aunque innovador, por parte de personas, empresas, organizaciones, gobiernos…
Se nos olvida muchas veces, pero solo cuando se es incondicional uno puede decir, sin pensar, sí o no, según convenga. Un pueblo incondicional se limitará a aplaudir a su líder cuando éste diga sí y cuando diga no, y la población actuará de esa forma en tanto no conozca y entienda de qué se trata el aseguramiento ni comprenda la importancia de que se tome una decisión correcta.
Parece el momento propicio para que todos y cada uno de los involucrados conozcan y entiendan lo que está ocurriendo y, de ese modo, tomen decisiones que aporten al trabajo, sin duda extenuante, de convencer a la sociedad y al Gobierno de las bondades del seguro, lo que incluye prácticas que abonen el terreno de la credibilidad.
Por cierto, efectuada en las instalaciones del Centro Citibanamex, la 29.ª Convención de Aseguradores incluyó no solo el análisis de los riesgos emergentes y tradicionales, sino que también hizo un gran énfasis en la cosa tecnológica, que cada día incidirá más en la manera de hacer negocios.
Claro que se observa una preocupación: la distancia que hay en la comprensión del negocio asegurador entre los veteranos y los recién llegados, lo que plantea un reto grande, sobre todo porque, si bien se trata de aumentar la penetración del seguro y las ventas, hay que conocer a fondo lo que implica operar el contrato correspondiente.
Se da por descontado que habrá un cambio radical en la manera de operar el seguro, pero es innegable que se irá avanzando paulatinamente en la medida en que los riesgos que han de protegerse son distintos, a pesar de que en el fondo todo se trate de dinero, tanto al pagar las primas como al cobrar los siniestros.
En la sala de expositores del evento estuvieron presentes diversas firmas de tecnología, y apenas unas cuantas de servicios tradicionales. No obstante, lo evidente es que este encuentro ya se ha transformado en cita obligada para la conexión y la reconexión que propicien realizar negocios y fortalecer la operación y la visión de las instituciones.
¿Qué es lo que habrá que preservar en medio de todo esto? Amén de esas características que enriquecen al instrumento, sin duda que algo esencial lo representará la ética personal y de negocios, que es urgente y trascendente para darle cada día mayor seriedad al negocio y acrecentar la confianza en la institución.
PASANDO A OTROS PUNTOS…
Los días 15 y 16 de mayo de 2019, en Santiago de Chile se llevó a cabo el 17.º Seminario Internacional que bajo el tema central “Sistemas de pensiones de cara a un mundo cambiante” organizaron conjuntamente la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP) y la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones, A. G., chilena y anfitriona de la reunión.
Se Dice que más de 300 personas acudieron a la cita, procedentes de países como Argentina, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Curazao, Ecuador, España, Estados Unidos, El Salvador, Francia, Países Bajos, Kenia, Luxemburgo, México, Panamá, República Dominicana, San Martín, Ucrania y Uruguay.
También asistieron delegaciones del Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, al igual que reguladores de fondos de pensiones, bancos centrales y otras entidades relacionadas con el manejo financiero y macroeconómico de los gobiernos de diversos países.
Durante el seminario, expertos de diversos países expusieron su experiencia y conocimiento en diferentes temas de interés para los sistemas de pensiones. El seminario se dividió en cinco bloques: a) Las reformas de segunda generación de los sistemas de pensiones. b) La tecnología como aliada para mejorar las pensiones. c) Cambios estructurales del mercado laboral. d) Incentivos para el desarrollo del ahorro voluntario. e) Nuevas tendencias en el mundo de las inversiones. Los trabajos presentados pueden descargarse desde la página de la FIAP.
Del 1 al 3 de agosto, la Sección Ciudad de México y la Sección Mérida de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas, A. C. (Amasfac), celebrarán su tradicional Seminario de Alto Nivel de Seguro de Vida y Gastos Médicos, según nos informa Margarita Sandoval, quien anuncia como la sede Mérida, Yucatán.
Por cierto, la Sección Ciudad de México acaba de premiar, en cena efectuada en el Club de Industriales, a los agentes más productivos en Vida y en Gastos Médico, encabezando la ceremonia Elisabeth Vogt López, presidenta nacional del organismo, y Ulises Flores Urquiza, presidente de la sección. El evento para la entrega del Trofeo Amasfac tuvo como maestro de ceremonias a Carlos Latorre, expresidente de la asociación. ¡Enhorabuena para los ganadores!