Comenzamos el segundo trimestre de 2019 luego de haber vivido una increíble vorágine de cambios en nuestro país que irremediablemente ha dejado sentir sus efectos en el sector asegurador.
A diferencia de lo que algunos estimábamos, fueron muchos los burócratas que, al perder la prestación de Gastos Médicos Mayores que les otorgaba el Gobierno, decidieron continuar con la protección por su cuenta, lo que provocó una “democratización” en la distribución de esa cobertura, que cuando se licitaba quedaba en manos de unas pocas aseguradoras.
Ahora son mucho más los actores que están captando ese mercado, y es tal el apetito de dicho riesgo que la mayoría de las aseguradoras extendió el plazo para reconocer la antigüedad en dos, tres y hasta cuatro meses, con el fin de dar tiempo a los burócratas para elegir la mejor opción.
Se nota entonces ya, también en la burocracia, un nuevo cambio generacional, cuando los que pertenecemos a la generación X apenas nos estábamos acostumbrando a convivir con los millennials, generación que, por supuesto, permanecerá vigente pero que no trascenderá, como pensábamos, por las altas expectativas que se tenían de ellos.
Es por ello, mis estimados amigos, por lo que el día de hoy los invito a que Charlemos Seguros acerca de la generación que recientemente hizo su aparición en el mundo laboral y que, al parecer, romperá todos los estereotipos establecidos; y precisamente lo hará por medio de un cambio que los millennials nos quedaron a deber.
Se puede considerar que pertenecen a esta generación, a la que por simple orden alfabético podemos llamar “generación Z”, ya que sucede a la “generación Y”, los nacidos entre los años 1994 y 2010. En muy pocos años, desde su aparición hace 25 años, este conglomerado ya conforma 25 por ciento de la población mundial, según algunos cálculos.
Muchos de nuestros hijos pertenecen a este grupo demográfico, y casi puedo asegurar que vienen a armar una revolución en toda regla en todos los sentidos: social, cultural y educativo. Muchos de ellos, al tener ya más de 23 años, se han incorporado al campo laboral, y algunos han escalado a posiciones inimaginables.
Éste es el caso de Begoña Sesé de Lucio, quien a su corta edad tuvo la capacidad de ganar en el programa CEO for One Month en el 2017, dentro de Adecco, la empresa para la que labora; desde diciembre pasado, ella es Product Manager Marketing, cargo al que muchos mercadólogos aspiraríamos y que supone incontables años de esfuerzo; para Begoña no fue así, y demostró el liderazgo y el arrojo necesario para lograrlo en el corto plazo.
Justamente a ejemplos como el de ella me refiero cuando afirmo que los Z son la generación que pronto moverá al mundo y que está haciendo ver “viejos” a los millennials: ya son nuestros compañeros de trabajo, o en algunos casos nuestros socios de negocio, y seguramente muy pronto serán nuestros jefes, porque están demostrando el liderazgo que sus antecesores no lograron concretar.
Mientras que los millennials siempre estuvieron muy enfocados en trabajar a su propio ritmo, evitando el compromiso, la generación Z tiene ante sí el mejor de los mundos, ya que son nativos digitales (al igual que la generación Y) pero tienen la condición de vivir una vida intensa, de cambios constantes; aunque son esmerados y comprometidos para conseguir el éxito.
El mercado asegurador no es ajeno a la llegada de estos jóvenes, y se calcula que una sola compañía aseguradora, con sede en España pero con presencia en varios países, incluido México, tiene contratados a más de 2,000 jóvenes de 25 años y menores; y empresas como El Corte Inglés elevan la cifra de muchachos de este rango de edad contratados, puesto que el consorcio español de distribución ha integrado a alrededor de 8,000 jóvenes generación Z, por lo que ya está previendo adaptar su entorno laboral para la llegada de muchos más de estos postadolescentes, anclado en la firme convicción de que serán altamente productivos para las organizaciones.
Es evidente entonces que vamos enfocando nuestros esfuerzos de reclutamiento en atraer y retener a los miembros de la generación Z porque son ellos los que conseguirán aquel cambio en el entorno laboral que sigue pendiente a la fecha. Uno de los planteamientos más interesantes que presentan estos jóvenes es acabar con la barrera divisoria entre trabajo y ocio, ya que ellos mezclan estas dos facetas de manera tal que el ocio se vuelve más productivo y el trabajo resulta ser más divertido.
Los jóvenes de la generación Z entienden perfectamente la diferencia entre jefes y líderes, y una de las mayores frustraciones que encuentran en el ámbito profesional es precisamente la falta de líderes, carencia esta que ha debilitado a nuestro país desde hace muchos años, algo que ni los X ni los millennials lograron subsanar. Ésta es una asignatura pendiente que la generación Z está dispuesta a encabezar, y eso debe ser un motivo de celebración para todos, ya que el cambio que pretenden incluye aspectos tan importantes como el medio ambiente, los derechos humanos y la justicia social.