Tanto para el seguro de No Vida como para el de Vida se requerirán lapsos muy amplios, de 15 y 20 años, respectivamente, para acortar la brecha de aseguramiento que actualmente padece el mercado mexicano de seguros. Ese pronóstico solo podrá alcanzarse si el comportamiento de la economía mejora, factor que provocaría que los consumidores potenciales pudieran adquirir coberturas adaptadas a sus necesidades.
Estas consideraciones son parte del discurso que ofreció Manuel Aguilera Verduzco, director general del Servicio de Estudios Mapfre, durante la presentación nacional del informe Índice Global de Potencial Asegurador GIP-Mapfre. En esta sesión, Aguilera Verduzco estuvo acompañado por Jesús Martínez Castellanos, director regional Latam Norte y CEO de Mapfre México, y José María Romero Lora, director ejecutivo comercial de Mapfre México.
Aguilera Verduzco explicó que el Servicio de Estudios Mapfre desarrolló esta investigación para identificar el potencial de aseguramiento de 96 mercados aseguradores, tanto emergentes como desarrollados, en los segmentos de Vida y No Vida, así como las diferentes acciones que se deben llevar a cabo en estos nichos para impulsar estrategias mucho más eficaces.
El director general del Servicio de Estudios Mapfre aclaró que para cerrar la brecha de aseguramiento en México es vital que se incluyan políticas públicas y que paralelamente la industria aseguradora desarrolle herramientas de análisis de información que inciten al diseño e instrumentación de nuevos planes de aseguramiento dirigidos hacia nichos poblacionales que hasta ahora no han sido atendidos.
En la investigación que compartió el Servicio de Estudios Mapfre se consideró la evolución que ha tenido el país como una de las naciones con mayor contribución al cierre de la brecha de protección del seguro a escala global. Según datos del diagnóstico, en el año 2007 México se ubicaba en el puesto 15 en el segmento Vida; y al cierre de 2017 escaló hasta el lugar 10. En No Vida, durante ese mismo periodo, nuestro país subió desde el peldaño 18 hasta la décima posición en todo el mundo.
“México, como vemos, ha contribuido a cerrar la brecha de aseguramiento mundial, aunque hay que dejar claro que este factor no es estático y se modifica por muchas variables; por ejemplo, por la rapidez con que crezca la economía o por el surgimiento de nuevos riesgos”, recalcó Aguilera Verduzco.
El director general del Servicio de Estudios Mapfre precisó que, a medida que el seguro participa más en el entramado social y económico, los niveles de eficiencia y de beneficio social se incrementan. Señaló asimismo que esta estrategia es la única vía para lograr que el seguro asuma un papel protagónico de protección, una función social mucho más relevante.
Aguilera Verduzco sostuvo que, conforme se cimiente una administración integral de riesgos que verdaderamente permita mitigar los daños causados a la economía derivados de cualquier evento y en la medida en que empresas, familias y personas cuenten con instrumentos de protección que garanticen la continuidad de su desarrollo, el cierre de la brecha de aseguramiento podría acelerarse.
Potencial para expandirse
El directivo de Estudios de Mapfre puntualizó que en México existe un potencial sin precedentes para expandir a la industria aseguradora; por esa razón afirmó que, si el ciclo económico del país arroja rendimientos positivos y las instituciones de seguros delinean nuevas estrategias que mejoren el nivel de aseguramiento voluntario, se podría modificar el patrón de consumo del mexicano.
Aguilera Verduzco especificó que en México la brecha de aseguramiento que separa las necesidades de protección y lo que efectivamente se encuentra cubierto asciende a 162,000 millones de dólares. En tal sentido, indicó que, si se lograra alcanzar dicha cifra entre bienes humanos y patrimoniales, el seguro podría registrar una penetración equivalente a 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
“Cuanto más grande es esa brecha de protección del seguro, mayores son los perniciosos efectos que se derivan de la menor eficiencia económica y el escaso bienestar social. En sentido contrario, cuanto más pequeña es esa brecha, más evidente será que el seguro está contribuyendo en lograr el noble propósito de estimular esos indicadores”, explicó Aguilera Verduzco.
Les llevaría hasta dos décadas
Casi al término de su exposición, Aguilera Verduzco se refirió al comportamiento del seguro en América Latina. Así, refirió que al día de hoy a esta región le llevaría 20 años cerrar la brecha de protección en el segmento de Vida. En cuanto a No Vida, se prevé que se requerirían 13 años, dijo.
“Es curioso que, de los países de América Latina, solo Brasil y México formen parte del top 10 global en cuanto a acciones encaminadas a cerrar la brecha de protección en ambos segmentos. Lo preocupante es que entre los primeros 50 lugares solo encontremos a cuatro naciones de esta región”, cerró Aguilera Verduzco.
El encuentro que organizó el Servicio de Estudios Mapfre se realizó en Ciudad México y contó con la presencia de más de 150 personas, entre invitados y representantes de medios de comunicación. Además, en el evento también se presentó el estudio titulado Pensiones y comparativa internacional.