La confianza y la determinación son dos factores clave para que las mujeres incursionen en el sector asegurador, alcancen las metas trazadas y logren erigirse como un aliado importante de negocios en una industria que históricamente ha sido dominada por los miembros del sexo masculino, señaló Renata Guerra Navarro, directora general de Asesoría Profesional en Seguros, S. C.-GNP.
Guerra Navarro apuntó que, a pesar del predominante papel de los hombres en cargos directivos del sector asegurador, la participación de las mujeres en la industria, que es cada vez mayor, confirma que este género es tan productivo y eficiente como el masculino.
De acuerdo con la directora general de Asesoría Profesional en Seguros, S. C.-GNP, la mujer es clave para diseñar y desarrollar nuevos planes de aseguramiento y estrategias de comercialización, ya que su criterio es muy diferente del de los hombres y está profundamente marcado por una sensibilidad que es vital en el momento crítico de los seguros, es decir, los siniestros. Por esa razón, la productora de seguros exhortó a las áreas técnicas y comerciales de las compañías de esta industria a escuchar y considerar las recomendaciones de las personas del sexo femenino.
Mucho más protagonistas
Guerra Navarro se refirió a la participación de la mujer en las labores de venta e intermediación. En tal sentido, precisó que, contra todo pronóstico, la incursión del sexo femenino como agentes de seguros es cada vez más preponderante; por esa razón existe un gran número de casos de éxito en los que las mujeres rompen récords de comercialización de seguros y se alzan como campeonas de ventas.
Además, continuó la exitosa productora de seguros, el papel que hoy desempeñan las mujeres en los puestos determinantes de las organizaciones que conforman al sector asegurador es mucho más relevante que en el pasado; por ese motivo, agregó, hay un sinfín de mujeres que integran los consejos directivos de las instituciones de seguros.
Beneficios que inspiran
Guerra Navarro afirmó que el desarrollo personal, familiar, económico y profesional es el principal beneficio que les ofrecen las compañías de seguros a las mujeres.
Aunado a lo anterior, Guerra Navarro subrayó que la carrera de ventas es una alternativa excelente para aquellas mujeres que desean obtener un balance entre la vida personal y profesional.
“La carrera de ventas permite asimismo que las mujeres alcancen una remuneración similar a la que obtiene un hombre en estas latitudes. Más aún, aquellas mujeres que con esfuerzo, dedicación y profesionalismo se enfocan en ser productoras de seguros a menudo consiguen un ingreso económico mucho mayor que el que ofrece un puesto corporativo. Además, no se debe perder de vista que ellas logran una flexibilidad que solo la carrera de ventas permite”, explicó Guerra Navarro.
Barreras comunes
Según la directora de Asesoría Profesional en Seguros, las barreras que enfrentan las mujeres en el sector asegurador en materia de equidad de género y acceso a oportunidades son similares a las que enfrentan al intentar abrirse paso como profesionales en cualquier otra industria.
Para concretar más esta idea, Guerra Navarro enumeró lo que a su juicio son los principales desafíos que en cuanto a equidad de género deben sortear las mujeres en la industria aseguradora:
- Inclinación por los hombres al momento de ofrecer un puesto laboral.
- Balance entre la carrera profesional y la maternidad.
- Directivos que se niegan a contratar mujeres por creencias como el machismo.
- Colaboradores que no separan lo personal de lo laboral.
Guerra Navarro aseveró que, pese a los retos que enfrentan las personas del sexo femenino desde el punto de vista organizacional, la especialización y capacitación constante es el recurso ideal para revertir creencias que en el mundo corporativo actual ya no tienen cabida. “Las mujeres debemos esforzarnos y prepararnos al mismo nivel que los hombres, de manera que la competencia pueda ser equilibrada”, añadió.
Por último, la especialista en intermediación de seguros reveló que su núcleo familiar fue determinante para convertirse en profesional exitosa dentro de este oficio.
“Tuve un padre sin inclinación ni preferencia por ninguno de los géneros; por lo tanto, recibí un apoyo incondicional en el seno de mi hogar que cultivó mi confianza. Debido a esos antecedentes, siempre aposté por mi formación sin subestimarme por ser mujer, ya que en mi mente y vida esa condición nunca ha sido una limitante”, concluyó Guerra Navarro.