De acuerdo con proyecciones de la Federación Mexicana de Diabetes (FMD), hacia el año 2030 uno de cada dos niños mexicanos será víctima de la diabetes, no obstante que los caminos para mantenerse saludable están a la vista, como el ejercicio y la alimentación correcta.
Ya en esta época, la diabetes constituye un problema grave para los adultos, muchos de los cuales enfrentan complicaciones tales que pueden describirse mejor por sus efectos: discapacidades de todo tipo, amputaciones, ceguera, diálisis…, además del uso de hasta 50 por ciento del ingreso familiar para cubrir los gastos que la enfermedad representa.
Desde la perspectiva de Elizabeth Reyes Castillo, vocera y miembro del Comité Científico de la FMD, la vía para enfrentar este padecimiento (que presenta ya tendencias catastróficas en todos los sentidos) es la educación, que vale lo mismo para los niños que para los adultos.
En el caso de los niños, su exposición a factores obesigénicos es grave debido a hechos evidentes: los niños ya no pueden salir a jugar, a ejercitarse libremente en la calle, como antes, lo que los lleva a mantenerse en casa como presas fáciles de los mensajes que de todos lados les llegan induciéndolos a consumir comida chatarra.
Peor aún: en los propios colegios continúa la venta de alimentos y bebidas que afectan a la salud, y eso ocurre a pesar de que se conoce la serie de efectos nocivos derivada del consumo de grasas saturadas, sales y azúcares refinados y de la falta de actividad. Sumados estos elementos, se tiene ya a la vista un panorama desastroso en materia de salud para los infantes.
En cuanto a los adultos, por diversos motivos éstos desestiman las recomendaciones para tomar el control de la diabetes, ya sea para anticiparse haciendo ejercicio y comiendo saludablemente, ya sea para atenuar los trastornos fisiológicos que causa el padecimiento, que, sin freno, daña a aquel que lo padece y a toda la familia; y no es exagerado decir que a la sociedad en su conjunto.
No es raro enterarse de que, en lugar de asumir el control, una gran cantidad de personas vive a la espera de curaciones milagrosas, esperanza de la cual muchos charlatanes se aprovechan para ofrecer “soluciones” que están muy lejos de serlo y que solo acrecientan en vano la ilusión de enfermos y familiares.
El problema fundamental, nos comentaba Reyes Castillo, radica en la falta de una educación que lleve a tomar el control de la salud, o de la diabetes cuando ya se padece. Enfermedades de otra naturaleza, e incluso fallecimientos, tienen como base una diabetes fuera de control.
En opinión de la especialista (que posee experiencia de 20 años de estudios sobre nutrición, 18 sobre el deporte y 11 acerca de la diabetes), mucho, o casi todo, depende de la decisión personal de ponerse límites, de introducir orden, de dejar de pensar que a todos les puede pasar menos a nosotros.
El tamaño del reto que impone la diabetes en México es grande, y no parece haber mucha esperanza en el terreno de la medicina general. Basta con revisar los programas de estudios en ese campo para ver que prácticamente no se le presta atención. Con base en esto se puede imaginar un futuro tétrico.
Todo esto resalta la importancia de programas como los de la Federación Mexicana de Diabetes, la cual, integrada por 23 asociaciones, se orienta fundamentalmente a educar, contribuyendo así a la especialización de los profesionales de la salud y al tratamiento de las personas con diabetes y sus familiares.
El enfoque del trabajo que realiza la FMD se puede observar en los temas eje y en el programa académico de lo que será su XXXI Congreso Nacional de Diabetes, que se llevará a cabo del 14 al 16 de marzo en Acapulco, Guerrero, al cual asistirán médicos y pacientes procedentes de todo el país.
¿Cuántos de los que trabajamos en temas relacionados con seguros y fianzas somos conscientes de la gravedad de la diabetes respecto a nuestra propia vida, salud y hábitos? ¿Cuántos lo son profesionalmente debido a su contacto cotidiano con personas afectadas que desean una cobertura? Educar a los asegurados se vuelve un campo fértil, y no solo para promover la salud, sino para ahorrar gastos de atención, que hoy son elevados.
Dado que éste es un evento abierto para todos, creo que tanto desde el punto de vista personal como desde el profesional del campo de los seguros valdría la pena asistir y conocer más características de la diabetes y sus implicaciones y, sobre todo, maneras sencillas de comunicarse con quienes la padecen y sus familiares.
¿Qué perspectiva tiene la diabetes hoy en el mundo de los seguros? Lo cierto es que la mortalidad y la morbilidad actualmente podrían ser notablemente moldeadas por este padecimiento; aunque estadísticamente queden registradas otras causas. Será cuestión de explorar nuevas posibilidades de aseguramiento y educar para prevenir y controlar.
(Quienes deseen mayor información pueden solicitarla a congresodediabetes.org Podrán beneficiarse de talleres, conferencias y diversas actividades relacionadas con el tratamiento de esta enfermedad.)